El reciente anuncio de la intervención de Estados Unidos en el conflicto sirio ha desatado alarmas sobre el inicio de la tercera guerra mundial. Y no parece una posibilidad tan descabellada. Todos los mayores jugadores del mundo tienen sus ojos puestos en Siria, incluyendo a Rusia, eterno enemigo del imperio norteamericano y poseedor de la mayor cantidad de armas nucleares del planeta.

Dado el poder destructivo de este armamento, muchos especulan sobre un posible apocalipsisEl fin del mundo para los humanos, por culpa de los humanos. La demostración final del poder autodestructivo que nos caracteriza.

Nuestra conducta no es de extrañar. Los seres vivos, incluso aquellos tan inteligentes como nosotros, no actuamos con miras al futuro lejano sino con relación a nuestros intereses del momento. Cuando esto se combina con un gran poder sobre el entorno, conduce a catástrofes.

Pensemos en los ratones de la Isla de Gough. Esta isla era habitada por pájaros sin enemigos naturales que tenían la confianza suficiente para poner sus huevos en el piso, sin construir nidos. Todo cambió hace 200 años cuando, por accidente, llegaron ratones a la isla. En un principio los ratones sobrevivieron comiéndose los cadáveres de los pájaros muertos. Una vez se acabaron estos y se multiplicaron los roedores, empezaron a comerse los huevos que encontraban en el piso. Finalmente, comenzaron a atacar a los pájaros vivos más jóvenes e indefensos.

Las imágenes son aterradoras. El polluelo se sienta, confiado, y un ratón llega a morderle el torso. Pronto, más roedores se abalanzan y continúan torturando al pájaro hasta que no quedan sino los huesos. Algunas veces las víctimas son tan grandes que el proceso de matarlo demora días completos.

Como nunca habían tenido depredadores durante su proceso evolutivo, los pájaros no sabían defenderse y los ratones lograron ganar dicha guerra con facilidad. Se especula que muy pronto ya no habrá pájaros en las islas Gough, lo cual obligará a los ratones a comerse los unos a los otros.

Los ratones de la isla Gough fueron víctimas de su propio éxito en el arte de la barbarie y nosotros estamos siguiendo el mismo camino de autodestrucción.

¿No es algo vergonzoso, viniendo de la especie más inteligente que ha existido en el planeta?

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